Cuidado del Paciente

La relación entre los ACV y el Parkinson

Varias enfermedades pueden estar correlacionadas debido a cómo afectan ciertas regiones del cuerpo. Entre ellas, parece que hay una relación entre los pacientes con Parkinson que han sufrido un ACV antes o después de haber sido diagnosticada la enfermedad. La pregunta de estos estudios sigue abierta en si es el Parkinson el que puede aumentar el riesgo de presentar un ictus, o si un ictus es el que puede producir condiciones de Parkinson a futuro.

En cualquier caso, es importante el análisis de estos estudios y entender las recomendaciones que nos permiten prevenir el desarrollo de las enfermedades como el Parkinson. También es importante aprender a identificar los síntomas del ACV y cómo podemos ayudar a un paciente que parece presentar estos síntomas para evitar secuelas.

Mirando la relación

En 2017 se realizaron unos estudios buscando el vínculo entre el ACV y la enfermedad de Parkinson. Para el estudio se realizó una investigación de seguimiento a más de 1.5 millones de historiales de pacientes entre el 2008 y el 2014. Sin embargo, estos estudios no han podido determinar si es la enfermedad la que aumente ser propenso a un ictus, o si es éste segundo el que desarrolla la posibilidad de desarrollar Parkinson en el futuro.

Los estudios presentaron una relación bilateral en los resultados, aunque con un porcentaje muy bajo. El estudio mostró que tan solo alrededor del 2% de los pacientes que ya habían sido diagnosticados con Parkinson presentaron una incidencia de ACV. Así mismo, quienes presentaron una incidencia de ictus y luego desarrollaron síntomas y diagnóstico de Parkinson tan solo llegaban al 1%.

Los estudios presentaron una relación bilateral en los resultados, aunque con un porcentaje muy bajo.

Una de las hipótesis que se tienen sobre la correlación de estas condiciones es que es el Parkinson el que puede desarrollar en el cuerpo ser propenso a un ACV de tipo isquémico, aquellos producidos cuando se forman coágulos en la sangre y bloquean el flujo de sangre hacia el cerebro. Esto no solo puede tener secuelas en el desarrollo de más enfermedades, sino que pueden aumentar la fuerza de los síntomas de la enfermedad.

Sin embargo, visto desde la segunda perspectiva, un ACV puede generar un deterioro en el cerebro, lo que lleva a la producción de trastornos neurodegenerativos que producen enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer. Los estudios han demostrado que ciertas regiones del cuerpo pueden ser afectadas tras un ACV no tratado a tiempo, produciendo dolores crónicos u otros síntomas físicos.

Los estudios realizados de manera más reciente muestran que esta relación es muy estrecha. Los pacientes con la enfermedad de Parkinson tienen un aumento en el índice de riesgo de presentar un ACV y desarrollar síntomas post-ictus que deterioran el cuerpo.  Por este motivo es importante tener un control del proceso y reaccionar a tiempo ante cualquier indicio de los síntomas de ambas condiciones.

Previniendo la enfermedad

El doctor Ajay Misra, jefe de neurociencia en el Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, analiza el resultado viendo la relación entre ambas enfermedades y lo primero que hace es enfatizar que los pacientes cambien ciertos hábitos para prevenir y reducir el riesgo de ACV y las enfermedades neurológicas. Entre estas recomendaciones se encuentra el no fumar, no consumir alcohol en exceso, tener una rutina de ejercicio regular, prevenir la diabetes con una dieta que además ayude al control de peso e hipertensión.

Las 3 señales de un ACV

Así mismo, el tratamiento de un ACV es de suma importancia y debe ser tratado en no más de cuatro horas para poder prevenir secuelas sobre el cuerpo. Es importante aprender a identificar y reaccionar rápidamente a los síntomas de un ictus para llevar al paciente a un centro especializado donde pueda ser tratado. En la página Héroe ACV hay un curso gratuito con toda la información para ayudarnos a identificar los síntomas, entender más sobre cómo se presenta esta condición, información de centros de atención y demás recursos para prevenir problemas graves a futuro.

Es importante que tengamos control sobre los cambios en nuestro cuerpo y que sigamos las indicaciones de nuestros médicos especialistas para prevenir y reducir los riesgos o el crecimiento de estas condiciones. Estar alertas e identificar los síntomas nos ayudarán a reaccionar y comenzar un buen tratamiento de manera pronta. Así que estemos siempre al tanto para poder retomar el control.

Para mayor información visita: www.heroescontraelacv.com